Generaciones

martes, agosto 04, 2009

Hace unos días mientras me dirigía alegremente a un puesto de películas, a ver si encontraba alguna “joyita” entre toda la bazofia de DVD’s piratas, una voz lejana pronunció mi nombre al darme vuelta me encontré a una amiga a la cual no había visto hace años. Al verla un pensamiento involuntario asalto mi cabeza, “¿¡qué diablos le había pasado!?”, cuando la hube conocido era una muchachita alegre que retozaba dulcemente por las discotecas y fiestas de la ciudad, ahora se había vuelto en toda una doña, de esas con tobillos rechonchos y un trasero tan grande que en él se podría establecer toda una familia de enanos. Seguidamente un segundo pensamiento transito mi mente, “¡Huy!, mañana mismo le bajo a las grasas, boto el tarro de mantequilla, dejo los pollos broaster y salgo a trotar en las noches”.

La charla comenzó y se extendió de forma inevitable, por ahí salieron las clásicas interrogantes que suelen hacerse en este tipo de encuentros, ¿qué ha sido de tu vida?, ¿dónde trabajas?, ¿qué fue del talsito?, ¿qué fue de la talsita?, etc, etc. Me resulta agobiante hacer un resumen de mi vida para alguien que de seguro no volveré a ver en muchos años. Sin embargo decidí darle cuerda a la conversación el suficiente tiempo para no parecer un mal educado, mientras el pequeño hámster en mi cabeza sólo pensaba en las películas que me esperaban para ser correctamente seleccionadas y después llevadas a mi humilde hogar. Así en medio del bla, bla, tuve que confesar que mi vida actual estaba dedicada a la vagancia y que por culpa de mi enfermedad andaba más lleno de drogas que una farmacia ambulante. Ella me contó que se había casado que ya iba por su tercera wawa (se nota que no perdió el tiempo), en fin justo cuanto todo parecía terminar y me alistaba para decir educadamente “adiós, a ver si nos vemos alguna vez más antes del Apocalipsis”, ella dijo “¿A qué no sabes…? El mes que viene hay una fiesta de clásicos para la generación de los 90’s”. Entonces el hámster de mi cabeza tropezó en su rueda y las siguientes palabras se quedaron rebotando en mis pensamientos como una pelota de k’aqcha: “CLÁSICOS”, “GENERACIÓN”, “90’s”.
Inevitablemente mi memoria se remontó a la época en que era un adolescente puberto, cuando escuchaba en la radio esos anuncios para fiestas de clásicos de los 80’s o 70’s y decía: “pobres ñoños, intentando rememorar un tiempo pasado y pisado, viejos del acordeón que están a un paso de la mayor ancianidad pueril”. Mas ahora yo era uno de ellos, ¿cómo había sucedido?, ¿en qué momento llegué a ser parte de las generaciones”?, y así como agarrado por un soroqchi en plena subida se me salió el octogenario que llevaba dentro. Maldije la hora en que me encontré con mi bendita amiga y olvidando la compra de videos me fui derecho a mi casa con la cabeza gacha.

Ya en el micro me puse a analizar con más calma esto de las generaciones. Al principio me negué a formar parte de esta etiqueta decagonal, pero después de enumerar la música y los momentos que más hondo me llegaron resultó que casi todos pertenecen a esa lejana década noventera No es tanto sentirse viejo sino que tener esa sensación de que de que tus mejores días pasaron a la historia que entre la universidad y el trabajo caíste en el abismo del olvido y tu generación fue remplazada por otra que gusta del metroflog y el reggeton. Que la mayoría de tus congéneres ya comienzan a caer en los lazos del matrimonio y se van estableciendo en trabajos monótonos en donde se les será sorbido el último resquicio de juventud que les queda. Y así a medida que avanzan los años vas mirando a través de una ventana a los dueños de esta época, con su ropa y su música mientras te vas alejando más y más (mierda que denso).

Intente darme alguna ánimo pensando que a muchos de nosotros, los noventeros, recién vamos entramos en la segunda juventud, quise creer fervientemente en eso pero la palabra VIEJO me retumbaba el coco y justo mientras ya me abordaba la total depresión recordé lo que decía el buen Epicuro “Quien un día se olvida de lo bien que lo ha pasado se ha hecho viejo ese mismo día”. Y eso me dio otra visión del asunto, me calme y dije que si al final de cuentas ya era de esas “generaciones” no me quedaba más que defender la que me tocaba, recordar las buenas épocas esperando vivir mejores y dejar de pensar en huevadas en vez de ir a comprar videos.

** Entre otras cosas **
- Para los que no entiendan Wawa y Soroqchi
Wawa: Bebé, niño o vástago humano.
Soroqchi: Dícese al mareo y dolor de cabeza que le da a uno por culpa de la altura.
- Si encontráis más errores ortográficos de lo normal por favor disculpen escribí este post en medio del cansancio y el sueño.

9 comentarios:

Camélida del Viento dijo...

Wiskani, Wiskani. Vos y yo tenemos la misma edad, poderosos veintiséis.
No voy a negar que me he sentido anciana más veces de las que hubiese querido, pero luego digo: "no porque no haya hecho o esté en los planes de los veintiseisañeros convencionales, quiere decir que sea una vieja tratando de ser joven", jaja no sé si me entiendes. Digo, es inminente que nos sintamos así, pero ubicas a los de la generación de los '70's, '60's? Mierda! Yo hubiese querido ser una hippie auténtica y haber muerto de una sobredosis de amor por esos años, pero bueh, nací el buen '83 y a mis veintiseis años estoy en el limbo de las indecisiones.
I. No he terminado ninguna de mis dos carreras y empiezo clases el lunes.
II. Mis amigas más ch'itis ya están casadas y algunas hasta esperando cría.
III. Todavía no soy rica y famosa.
IV. No te (nos) encasilles en la generación de los '90, porque al final, vos y yo nacimos en los '80's! Y bien, en los '90's eramos adolescentes terminando el colegio, comenzando a vivir mi'jito!! (Cof, cof).

Al final, creo que los que nacimos hasta el '89, somos la última generación cuerda y decente del mundo, los otros son una suerte de depravados diabólicos y prefiero ser así de "rara" ochentera/noventera, a ser un humanoide como los que nacieron después. (Pobres mis sobrinas).

Cheer up baby! Besos XD

Asesino De Leyendas dijo...

así es mi distinguido, imaginate a mi edad como la pasarás, cuando de vez en cuando conseguimos una de 19 años para salir ja! y es que generación está a veces en la mente. Debí haber nacido en los setenta, mierda, ncaí en los 70', de qué me quejo?, de lujo, extraño los buenos tiempos, extraño ayer ja!, odio el regguetón, viva Palito Ortega, que tal metal?... Buena divagación. Un abrazo

Camelidita: ya empiezas clases? de lujo, otra vez la U, que tiempos aquellos, que tiempos.

Camélida del Viento dijo...

Obvio, el Asesino tiene 42 y sigue vigente! Es más chango (de corazón) que vos y yo!!! JUÁ JUÁ.

Yo amo haber nacido el '83, obvio, no me quejaría haber nacido unos dos añitos después ;) pero la juventú (como dice la Diablo), se la lleva en las venas!!!

Sí, Asesino, comienzo clases el lunes y también a trabajar (ojalá me acepten), y obviooo con mi pretensión salarial donde -ni siquiera- presente curriculum.

Viva yo!

Diabla Región 4 dijo...

No inventen!!! de donde sacan que ya están viejos?? Totalmente de acuerdo con Camélida, la juventÚ se lleva en las venas... pero ustedes aún la llevan en el cuerpo!.
Imagínense que tienen 35 años... no les gustaría pensar que aprovecharon muy bien sus 26??
Y eso que yo nda más tengo dos años menos :S
ánimo!!

Lucerito dijo...

Wiskani... siempre es así cuando te topas con tus viejos conocidos y te das cuenta que definitivamente el tiempo ha pasado y ya no hay marcha atrás, pero para que mortificarse por como pasan los años, mejor concentrarse en aprovechar esa juventud que aún nos queda y estoy totealmente de acuerdo con Camelida la edad se lleva en las venas... y mientras uno se siga sientiendo joven y con ganas de seguirle... lo demás viene sobrando... que los demás hagan su vida como mejor les parezca...jaa
Saludines!

Wiskani dijo...

Gracias por los comentario me lavantaron la moral. Tienen la razón la edad se lo lleva en la mente y el corazón.

Un abrazo a todos.

Vania B. dijo...

Así como vis te sentiste viejo de un solo golpe por el comentario de tu amiga, yo recuerdo haberme sentido una anciana un día que iba a unos análisis, me preguntaron la edad y yo tenía 30. Como que sentí los treinta años de un sopapo ese día, pero como que había aprovechado muy bien los años así que luego de sentirme como el hombre araña del dibujo, me sentí de nuevo joven, total como dicen todos los comentaristas, la edad está nomás en el corazón.

Abrazos!!!

Roberto Ö. dijo...

Buen post Cesarin, pero más allá de estar viejos o no debemos sentirnos orgullosos de ser de los 90's, somos de la generacion X, del grunge, y tener el lujo de ser contemporáneos de Kurt Cobain!!

Bueno, ahora voy por mi dentadura postiza y mis pantuflas para descansar un rato

lou dijo...

Cesarin, eso de encontrarse con los cuates del pasado es pues apabullante, siempre digo no me va doler, no me va a doler, pero al final siempre hay alguna espinita, que te clavan!

Lo de la edad poco a poco se va diluyendo, cada quien la vive a su manera, la idea creo que es sentirte bien con tu presente, reconciliarte con el pasado y mejor habernos conocido como buenos cuates que siempre tienen algo bueno que decirse. La EDAD es una ficción. Somos como somos a pesar o en favor a los años

Lou